Contenidos
Validación emocional
¿Has escuchado hablar de validación emocional? Vivimos en una sociedad que nos empuja a estar bien, a ser productivos, positivos y fuertes en todo momento. Pero ¿Qué ocurre con las emociones que no encajan en ese ideal? Muchas veces, lo que sentimos se invalida con frases como “no es para tanto”, “tienes que ser fuerte” o “hay gente peor”. Sin embargo, validar nuestras emociones es un paso imprescindible para poder gestionarlas de forma saludable.
¿Qué es la validación emocional?
Validar una emoción significa reconocerla, aceptarla y entender que tiene un sentido, aunque no sea agradable. No implica justificar cualquier comportamiento, pero sí aceptar que lo que sentimos es real y legítimo. La validación emocional es un acto de compasión con uno mismo y con los demás.
¿Por qué es importante?
Cuando una emoción no se valida, se intensifica o se esconde. Si nos repetimos “no debería sentir esto”, estamos luchando contra nosotros mismos. En cambio, al decirnos “esto que siento es difícil, pero tiene sentido”, abrimos la puerta a una gestión emocional más sana.
Además, muchas personas han crecido en entornos donde sus emociones no fueron escuchadas, lo que puede llevar a reprimirlas o sentirse culpables por tenerlas. Validarlas en la adultez es una forma de reparar ese vínculo emocional con uno mismo.
Cómo practicar la validación emocional:
1. Identifica la emoción. Ponle nombre: tristeza, frustración, miedo, culpa… No siempre es fácil, pero es el primer paso.
2. Reconócela sin juzgar. No pienses si deberías o no sentirla. Simplemente obsérvala: “Estoy sintiendo rabia, y está bien sentirla”.
3. Busca su origen. Pregúntate qué ha activado esa emoción. ¿Una situación concreta? ¿Un pensamiento? ¿Un recuerdo?
4. Respira y permite sentir. Evita reaccionar de forma impulsiva. A veces, solo necesitamos sentir sin hacer nada más.
5. Exprésala de forma sana. Habla con alguien de confianza, escríbela o compártela con un profesional si te cuesta manejarla.
6. Practica contigo y con los demás. No invalidez lo que sienten otros con frases como “anímate” o “no llores”. A veces, basta con decir: “entiendo que te sientas así”.
Validar nuestras emociones no nos hace más débiles, sino más conscientes y resilientes. Si aprendemos a tratarnos con respeto emocional, podremos gestionar mejor el estrés, los conflictos y la ansiedad. Desde nuestra clínica, te acompañamos en ese proceso de reconectar con tus emociones y aprender a vivirlas sin miedo.
Si quieres consultarnos alguna duda, no dudes en contactar con nosotros al teléfono 652441547 (WhatsApp) o al email contacto@clinicaarcoiris.es
No te pierdas más post cómo estos en:




Comentarios recientes